Estuvo unido al Palacio, por un pasadizo volado de tres arcos hasta el S. XIX.
La fundación del monasterio dominico de San Blas fue la que proporcionó mayor orgullo de cuantas edificaciones religiosas levantó el Duque en Lerma. Al ostentar el patronazgo de la Orden y según las disposiciones del Concilio de Trento, trasladó en 1612 la Comunidad que habitaba en el Tovar (Cifuentes) a su villa.
Fray Alberto de la Madre de Dios realizó las trazas del convento y el retablo mayor es obra de Juan Gómez de Mora, que aprovechó algunas piezas de un antiguo retablo. Se distribuye en cuatro cuerpos de arquitectura, con columnas, pilastras, nichos todo él dorado. Los lienzos son del pintor del duque Pedro Antonio Vidal.
En el centro, una hornacina con una talla del siglo XVII de San Blas con las reliquias del Santo en el pecho; muy veneradas el día 3 de febrero con la bendición de las roscas típicas de dulce o de pan.
En el crucero destaca el Cristo Crucificado, de la Escuela Castellana de Gregorio Fernández del S. XVII, y la Virgen del Rosario de gran belleza y calidad artística. La cúpula de media naranja y linterna, cuyos pilares duplicados levantan cuatro arcos torales con sus pechinas y con franjas entre recuadros y triángulos. La amplia pieza abovedada que se encuentra detrás de la Iglesia del monasterio acoge un valioso relicario donado por el Duque.
En la actualidad lo habitan MM. Dominicas de clausura y realizan vistosos trabajos de cerámica pintada a mano.
Los horarios de las misas de la Iglesia de este convento son: Diario 08:00 h Domingos y Festivos: 11:00 h.
Visita su web: http://www.dominicaslerma.es/