Frente a la fachada principal del Palacio se extiende un espacio de planta trapezoidal, cerrada en sus otros lados por tres «cuerpos de edificios». Tiene 75 columnas de trozos de cantería con sus pedestales. Sobre las columnas, edificado en ladrillo, corre el segundo cuerpo con 72 balcones.
La plaza era el marco ideal para las fiestas privadas, no en vano está diseñada como escenario festivo; corral de comedias, lidia de toros a caballo, juego de cañas, luminarias, mogigangas…. Lope de Vega o Góngora acudieron a Lerma a representar sus obras teatrales en la Plaza. Una de las actividades más celebradas, fue una variante taurina consistente en, una vez cansado el animal, era incitado hacia un balcón volado, el cual, viéndose libre, corría hacia el precipicio que al otro lado se encuentra, cayendo por él hasta el canal inferior.
De 6.862 metros cuadrados, sin contar el espacio de los soportales, es una de las plazas más grandes de España, siendo el orgullo del Duque en la época.